viernes, 30 de octubre de 2015

La Necesidad del Agua

Como encontrar agua
Cuando nos encontremos en una situación de supervivencia, después de tratar a los heridos, si los hubiera, lo siguiente que tendríamos que hacer sería dedicarnos a la búsqueda de agua, que suele ser la necesidad más apremiante y la principal.
Si se diera el caso de que carecemos de una fuente de agua, nuestras esperanzas de vida se cifran en torno a los dos días en el desierto y a algo más de una semana en climas frescos.
La cantidad de agua que necesitamos ingerir dependerá de la temperatura y humedad del ambiente y de la actividad física que llevemos a cabo, casi nunca será de menos de 2 litros diarios, en condiciones normales. En un entorno desértico se necesitara de unos 10 a 12 litros para llevar una actividad normal en estas condiciones.
Encontrar agua en las zonas templadas no suele ser difícil puesto que existen cursos de agua y fuentes. En las zonas secas y desérticas la cosa puede complicarse más. Si se excavamos en los lechos secos de ríos o arroyos a veces podríamos encontrar el liquido elemento. La acumulación de vegetación y plantas en un determinado lugar, es una señal de que encontremos agua. Si la zona en la que nos encontramos esta formada por terrenos calcáreos, podemos buscar en el interior de las grutas o alguna caverna. Casi todos los animales también necesitan beber, si observamos sus movimientos a primera hora de la mañana o última de la tarde, nos darán indicaciones de dónde se encuentra la fuente de agua. Ciertas plantas plantas, según la zona geográfica en la que estemos, sólo crecen en zonas con gran cantidad de humedad.
Construyendo un destilador
En caso de que no encontremos ninguna fuente de agua aún podemos aprovechar la de la condensación que se produce incluso en los desiertos improvisando un destilador.
Necesitaremos un plástico de 2 x 2 m. y un cubo u otro recipiente para recoger el agua. Un tubo de plástico para beber sin desmontar el destilador es también muy útil. Con este sistema se dice que podemos obtener entre 0,5 y 1 litro de agua al día. 
Hay que cavar un hoyo en cuyo fondo colocaremos un recipiente que recibirá el agua de la condensación que se produce en las paredes del plástico con que cubrimos este hoyo. Una piedra en el centro del plástico conducirá las gotas hasta el cubo. El destilador será más efectivo si introducimos plantas en el agujero para aprovechar su humedad. Sin embargo cuando yo lo he hecho no he obtenido más de medio vaso, por lo que su construcción requiere mayor esfuerzo que la recompensa.

Recolección de rocío

Si nos dedicamos a la observación de la naturaleza, el principio de la recolección de rocío viene de la acumulación de la humedad de la noche en las telas de araña. Se puede aprovechar el rocío de la noche dejando ropa de algodón o que sea bastante absorbente, aprovechando algún plástico o lata que destile agua a un recipiente (como un vaso, un tarro, una bota), o simplemente arrastrando la ropa temprano al amanecer para recoger el rocío de la noche anterior. Lo mismo ocurre si hay neblina o vapor de agua en el ambiente.

Peligros del agua
En muchas zonas de la Tierra, de manera especial en algunas menos desarrolladas, existe un alto riesgo de intoxicación al consumir agua, bien sea por contaminación bacteriana o por ingerir parásitos existentes en ella. También en el mundo desarrollado existe cierto riesgo al consumir agua de ciertos cursos que discurren entre prados que son abonados con purines (excrementos porcinos), altamente contaminantes.
El consumo de aguas con ciertos elementos patógenos puede producir enfermedades como fiebre tifoidea, cólera o disentería, además de otros trastornos provocados por parásitos, que podemos contraer, no sólo al beber, sino también al bañarnos en aguas estancadas y contaminadas.
No debemos de beber agua salada, su concentración de sal es tan alta que puede colapsar los riñones y es posible que cause la muerte con fuertes dolores. Tampoco se debe beber orina y no debemos olvidar que las sabias de aspecto lechoso de muchas plantas son, con frecuencia, venenosas.
Si hemos de beber agua, esta debe ser agua corriente, nunca estancada pues puede tener heces de animales y con ello bacterias y otros organismos peligrosos. Lo mismo si encontramos peces muertos u otros indicadores de que algo va mal con esa agua es mejor no beberla bajo ninguna circunstancia.
Purificar el agua 
Si creemos que existe algún riesgo de contaminación, tendremos que purificar el agua con alguno de estos métodos y esperar al menos una hora antes de consumirla. 
Pastillas potabilizadoras: Es el método más práctico y efectivo al 100%. Consiste en añadir al agua pastillas purificadoras. Estas liberan iones de plata que acaban con los gérmenes, además previenen de nuevas infecciones y no producen daño alguno aunque se sobrepase la dosis recomendad. Se pueden adquirir en cajas con un número variable de pastillas, según sea la cantidad del paquete, para purificar de 1 a 20 litros de agua. Se encuentran con facilidad en casi todas las tiendas de montaña, tiendas deportivas y también por Internet.
Yodo: Para desinfectar el agua con tintura de yodo usaremos unas 10 gotas por litro. La coloración tarda un rato en desaparecer.
Lejía: La lejía deja un sabor poco agradable en el agua. Usaremos de 4 a 6 gotas por litro.
Ebullición: Hervir el agua no termina con todos los gérmenes (el de la hepatitis, por ejemplo, resiste la ebullición), pero acaba con la mayor parte de ellos y con todos los parásitos. Hay que hervirla durante unos 10 minutos. En este caso se puede beber en cuanto enfría.
Una de las mejores formas para purificar cualquier líquido y dejar solo el agua que este contiene, (La orina por ejemplo o el agua de mar), es hacer hervir el líquido y destilar el vapor en otro recipiente en donde obtendremos agua pura sin peligro de bacterias, concentración de sales o minerales peligrosos para la salud. Hay que tener paciencia y el cuidado que el vapor no escape a otro lugar para no perder el preciado líquido a utilizar.
Filtrado del agua 
En ocasiones, la única agua que podremos conseguir será la que se encuentre estancada en charcos, sucia por el barro. Antes de beberla, y si olvidarse del aspecto de la purificación, debemos clarificarla para eliminar las partículas en suspensión.
La manera más sencilla es dejarla reposar varias horas en un recipiente, y después, con un tubo de plástico o el tallo hueco y flexible de una planta (por ejemplo un nenúfar) traspasarla a otro recipiente situado en una posición más baja.
También se puede filtrar usando varias capas de tejidos o con arena limpia, ayudándonos de un filtro improvisado con un pedazo de caña de bambú, cuyo extremo, agujereado, taponaremos con unas briznas de hierba.
Si tenemos dos recipientes a diferente altura y un tejido de algodón o que tenga el mismo grado de capilaridad que este, podemos hacer un filtro que quitará las impurezas del agua en suspensión, pero no la dejara limpia de bacterias y de ciertos elementos patógenos, por lo tanto, después de usar este sistema de filtración, emplearemos cualquiera de los métodos de purificación anteriormente descritos.
Filtros Purificadores
Otra manera de conseguir agua para beber con total tranquilidad es usando un filtro purificador de agua.
Con todo esto, solo nos queda decir que aunque este tipo de filtros tienen una efectividad del 99.99%, no debemos de olvidar los otros métodos de purificación del agua que hemos comentado, puesto que cualquier persona no puede vivir más de 3 días sin este preciado liquido. 
También deciros que en estos días haremos una revisión de este tipo de filtros y os daremos a conocer algún sitio para poder adquirirlos directamente del fabricante a unos precios razonables y con las mismas propiedades. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario